domingo, 19 de enero de 2014

¿ESTÁ PREPARADA LA SANIDAD PÚBLICA ESPAÑOLA PARA SOLUCIONAR UNA FASCITIS-FASCIOSIS PLANTAR?

        Tras 5 años arrastrándome por las distintas especialidades y médicos de la sanidad pública española estoy ahora en disposición de poder contestar a esa pregunta. Que sepáis que por supuesto que no me la han solucionado y que actualmente sigo sufriendo la dichosa lesión con unos dolores diarios terribles que me limitan por completo mi actividad norma,l y que si a lo largo de estos años he tenido alguna leve mejoría ha sido gracias a que me he gastado una fortuna en sanidad privada (en sanidad pública también me la gasto solo que ya se encargan de cobrármela sin preguntar directamente de mis impuestos). Todo esto empezó teniendo 23 años y a día de hoy tengo 28.

Todo empezó en el año 2008 cuando tras haber acudido a mi podólogo sin que me hubiera podido solucionar el dolor, acudí por primera vez a la que por entonces era mi médico de cabecera, le dije que me dolía el pie por la zona del talón y sin hacer ninguna pregunta ni exploración directamente me derivó al traumatólogo generalista con el que me dieron cita un par de meses después. Al acudir a su consulta me subió en una superficie de cristal para ver mi pisada y me exploró un poco los pies, me dijo que no me preocupará que me iba a dar una receta para unas plantillas en la ortopedia que yo quisiera y que ya con eso iban a desaparecer todos mis problemas. 

Me hice las plantillas en la ortopedia que estaba justo al lado del centro de salud, las recogí unos días después y las estuve usando pero me di cuenta que no solo no me quitaban el dolor del talón sino que me acentuaban el dolor en otras zonas del pie, así que decido dejar de usarlas e intentar solucionar el problema acudiendo a una clínica deportiva privada y a varios fisioterapeutas. 

Algo mejoró el dolor con estas visitas a la sanidad privada pero seguía ahí sin irse, ya en el año 2010 y viendo que la cosa se estaba complicando decido acudir de nuevo a mi médico de cabecera, que además era un médico distinto al que tenía en 2008. Voy a su consulta y le cuento el problema, intentando dárselas de McGiver me dice que me ponga una mezcla de dos cremas, Voltaren y Menaven, antes de acostarme y que me envuelva el pie en plástico. Me gasto el dinero en las cremas y parece que me alivian mucho, sobre todo me levanto de la cama sin tanto dolor, pero pasado un mes sigo sin estar bien y estaba ya harto de tanta crema. Vuelvo a la consulta del médico de cabecera y me manda otra crema, Capsicin. La compró y la pruebo durante un mes y más de lo mismo, ahí sigo con el dolor. Por tanto, vuelvo a acudir al médico de cabecera. Esta vez me dice que me deriva al traumátologo generalista.

A los dos meses, me dan la cita para este traumatólogo (por segunda vez voy a un traumatólogo generalista para el mismo motivo). Estamos ya en el año 2010 pero esta vez es otro distinto al que me vio en 2008. Voy a la consulta y me manda una radiografía que me hicieron en el momento pero no veía nada raro en el pie así que su única solución fue darme otra receta para otras plantillas. En esos momentos yo ya tenía varios pares, entre ellos unos que me habían costado 300€ de una clínica especializada en plantillas, por lo que le dije al médico que si esas plantillas no me lo habían solucionado no creía que unas hechas en una ortopedia pisando dos trozos de gomaespuma fueran a solucionarme el problema. Me responde insistiendo en que sí que la única solución es hacerme otras plantillas que me vayan bien. Salí muy desmotivado de esa consulta y ni siquiera usé la receta que me dio para plantillas, lo único que hice fue seguir acudiendo a médicos privados y dejándome una fortuna pero sin tener mucho éxito.

Como al cabo de los meses (estamos ya en el verano de 2011) todavía seguía con dolores terribles en el pie, decido volver al médico de cabecera a comentárselo. Me dice que esta vez va a derivarme directamente a la unidad del pie del servicio de traumatología de mi ciudad (no entiendo porque no lo hizo antes pero bueno). A los dos meses me avisan de la cita y voy a la supuesta unidad del pie con todas las esperanzas puestas, mi sorpresa viene cuando llego al lugar y la hora citadas y el médico que me atiende no es un traumatólogo sino una reumatóloga que sabía menos de fascitis plantar que yo, además de tener poca idea tenía muy malos modales y me quiso dar largas diciendo que ya no tenían nada más que hacerme para solucionar mi problema, me pareció esperpéntico y le insistí así que accedió a derivarme a un médico rehabilitador de uno de los hospitales de mi ciudad (no entiendo para qué pero bueno). 

A los dos meses  (año 2012) me dan cita para el rehabilitador y acudo a la cita donde tuve que esperar más de dos horas a pesar de llegar a mi hora, me llamó la atención que todas las personas que entraban en la consulta antes que yo tenían lesiones muy graves, estaban cojas, amputadas o con serios problemas de movilidad. Entro a la consulta le cuento la historia al rehabilitador y se queda un poco a cuadros pero yo me quedé más todavía cuando me dice "espérate unos meses y vuelves a ver si has mejorado". Obviamente no iba a mejorar porque ya llevaba casi 4 años con dolores horribles y ya había probado de todo (plantillas, fisio, epi, etc.). Pues nada me voy resignado y a los 3 meses me vuelven a dar cita para el mismo rehabilitador. Vuelvo a esperar 2 horas en la puerta y cuando entro le digo que estoy igual o peor, me dice que ya no sabe si esto va a tener solución y me manda una ecografía, me pareció denigrante porque ya me habían hecho más de 20 ecografías por lo privado y esta prueba poco iba a aportar para la solución del problema, pues es tan solo una prueba y no un tratamiento.

Al mes y medio  (estamos ya en febrero de 2013) veo que no me llaman para la ecografía así que decido llamar yo al departamento de radiología del hospital, tras pasarme con varias personas consigo hablar con el responsable de dar las citas de ecografías y le digo lo que pasaba, me dice que va a comprobarlo y que me llamará al día siguiente. Efectivamente al día siguiente me llama y me dice que no sabía que había pasado y que me da cita para la semana que viene. Voy me hacen la ecografía y me dicen que vuelva a pedir cita para el rehabilitador (encima la tengo que pedir yo). Llamo la pido y me la dan para dentro de 2 meses.

En abril de 2013 vuelvo al rehabilitador en el hospital público para que valore mi ecografía hecha 2 meses antes, entro en la consulta, ve mi historia nuevamente y la prueba ecográfica y me dice que esa prueba no aporta nada que ya no sabe que más mandarme. Ante mi insistencia solicita que me hagan una resonancia magnética y que ya me llamarán.

Me dan la cita para la resonancia a principios de mayo 2013, tras hacerme la resonancia vuelvo a pedir cita para el médico rehabilitador, y voy a su consulta en junio. Al ver la resonancia me dice que esta prueba tampoco aporta nada nuevo y que él no puede ofrecerme ninguna solución más que como mucho puede mandarme de vuelta a la reumatóloga de la que venía. Aquí es cuando esto clamó al cielo pero decido no montar el espectáculo e irme de su consulta tras haber tenido casi un año entretenido entre una prueba y otra y sin ofrecerme ninguna solución. 

Pido cita con la reumatóloga "simpática" y "competente" y me ve un mes después en julio de 2013, me dice que ella sigue sin poder hacer nada que lo único que puede hacer es derivarme a la unidad de pie, me quedé petrificado porque yo pensaba que todo este tiempo ya me estaban viendo especialistas de  la unidad el pie como en un principio me dijo el médico de cabecera. Pero resulta que no que lo único que me habían hecho es hacerme perder el tiempo. 

En octubre de 2013 voy a la famosa unidad del pie que resulta que no era más que la consulta de al lado de la reumatóloga. Allí me ve un traumatógo especialista en cirugía del pie y me dice que ya la única solución que me queda es cirugía pero que el no la ve viable para mi caso. Le digo que vale pero que entonces me dé otra solución porque no puedo seguir con ese dolor y lo que hizo fue solicitar una gammagrafia spec-tc (parecido a una resonancia pero con contraste). Al mes o así voy a que me hagan la prueba y un mes tras la prueba vuelvo a la consulta del mismo traumatólogo del pie, me dice que el sigue sin ver nada claro y que no ve viable la cirugía que lo único que puede hacer es derivarme a otro compañero suyo de la misma unidad. Esto fue el 24 de diciembre de 2013 y ahora mismo estoy a la espera de que me vea ese otro traumatólogo especialista del pie. 

Si os habéis leído hasta aquí ya sabréis la respuesta a la pregunta inicial. Deciros que todo este tiempo he tenido dolores horribles que han acabado con mi vida deportiva, social, familiar y laboral ya que me impiden estar de pie mas de 2 minutos, y no solo eso sino que por dilatar tanto la solución y por tener tanto tiempo prolongado dolor en el pie obligándome a un mal apoyo, me han aparecido dolores y contracturas en la espalda, cuello, hombro, rodilla, etc., por no hablar de mi salud mental que está para el arrastre, tengo depresión y ansiedad por no poder llevar una vida normal.

A principios de 2013 puse una reclamación-sugerencia en el servicio de atención al usuario en la que exponía todo lo que estaba pasando, lo mal que estaban llevando mi caso y mi estado tan pésimo de salud tanto físico como mental. A los 3 meses me responden con una carta a mi domicilio donde decían que lo sentían mucho y que lo pondrían en conocimiento del servicio de traumatología. Tras esa carta no he tenido ninguna noticia más.