viernes, 30 de mayo de 2014

ESTIRAR, ESTIRAR Y ESTIRAR

Tanto si llevas poco tiempo con dolor en el pie como si llevas un siglo tienes que estirar. No importa si tienes fascitis o fasciosis, no importa en que fase del tratamiento estés, no importa que ya hayas ido a 20 médicos o que te hayan dado 15 sesiones de EPI, no importa que te hayan operado o no, no importa que seas deportista de primer nivel o sedentario, no importa tu edad o que seas gordo o delgado,  pero si tienes dolor en la fascia plantar tienes que estirar todos los días, o incluso si no la tienes pero quieres prevenirla.

Una de las principales causas agravantes de los problemas en la fascia es el acortamiento de la cadena muscular posterior (gemelos, isquiotibiales, biceps femoral y lumbares), el origen del dolor puede tener muchas causas que van desde un pie muy cavo a estar muchas horas de pie o a hacer actividad física de alto impacto como correr o jugar al fútbol, etc. Pero todas las fascitis-fasciosis tienen en común que la musculatura de la cadena posterior se acorta. 

¿Qué pasa si la musculatura se acorta? Que acaba tirando de la fascia plantar para arriba aumentando la tensión y por tanto la inflamación y el dolor, y ya sabemos que si esta situación se sostiene en el tiempo los tejidos plantares llegarán a degenerarse y nos provocará una fasciosis crónica.

La única forma (y la más económica y sencilla) de prevenir este acortamiento, de frenarlo e incluso de revertirlo es estirando. Además de alargar los músculos y tendones, estirar tiene otros beneficios para el tratamiento de la fascitis como son la disminución del edema y la inflamación en la fascia, además aumenta el riego sanguíneo que ayudará a que le lleguen más nutrientes a los tejidos dañados para que puedan repararse con mayor facilidad.

Eso no quiere decir que haya que sustituir otros tratamientos por los estiramientos sino que deben ser complementarios, de hecho si os dais sesiones de fisioterapia os dirán que en casa tenéis que estirar a diario. El uso de plantillas, las infiltraciones y sobretodo las sesiones de epi también deben ser complementadas con los estiramientos. El único caso en el que no debemos estirar es en las semanas posteriores a una operación quirúrgica de alargamiento de fascia, bien sea por topaz o por cirugía mis, ya que la fascia estará débil y habrá que esperar al menos un mes para empezar con los estiramientos, los cuales son imprescindibles para mantener el alargamiento creado por la operación.

Cuanto menos tiempo de evolución llevemos con la fascitis, más efectivos serán los estiramientos, es decir, si llevamos pocas semanas o meses con dolor en el pie, tenemos muchas posibilidades de que tan solo estirando o combinando con fisioterapia o plantillas se nos cure la fascitis, sin embargo, si ya llevamos varios años los estiramientos siguen siendo muy recomendables pero va a ser casi imposible que por si solos nos curen la fascitis- fasciosis.

¿Cuáles son los estiramientos que hay que hacer?

Mis favoritos son los siguientes:




Con estos dos estiramientos os aseguráis estirar bien los gemelos y los isquitiobiales, lo ideal es hacer 5 series de 1 minuto de cada uno diariamente, aguantando el estiramiento durante el minuto notando como tira pero sin que llegue a doler. 

Gracias a estos estiramientos he ganado muchísima flexibilidad, por poner un ejemplo en el estiramiento del escalón me era imposible dejar completamente el peso del cuerpo sobre el pie que estaba estirando al principio pero a día de hoy soy capaz de hacerlo sin problemas y de aguantar hasta 5 minutos en la posición. Con el tiempo fue mi mismo cuerpo el que me pidió que hiciera más estiramientos y empecé a hacer una rutina de estiramientos más completa que abarcaba casi todos los músculos del cuerpo. Para esto lo mejor es que os vayáis a páginas tipo youtube y escribáis "rutina de estiramiento" o "stretching" en inglés, y os saldrán infinidad de videos que os servirán para guiaros y hacer los estiramientos mientras los veis. Algunos de mis favoritos:



Al principio os pueden parecer duros y difíciles de hacer si tenéis poca flexibilidad pero si sois constantes os aseguro que los podéis llegar a completar sin problemas.

Otra opción es hacer yoga, que se basa en hacer posturas de estiramientos concentrándonos en la respiración.  Yo lo probé siguiendo videos de youtube ya que por el dolor del pie no podía practicar ningún otro deporte  y me vino bastante bien no solo para estirar sino para calmar un poco la ansiedad que genera una fascitis de tan larga evolución como la mía. Es cuestión de que investiguéis videos y descubráis que es lo que más os va gustando.

Mi consejo es que no dejéis de estirar en ningún momento, haciendo un video de 10 minutos al día tenéis cubierta las necesidades de estiramiento y mejoraréis notablemente vuestra flexibilidad y consecuentemente vuestro dolor de fascitis.


jueves, 15 de mayo de 2014

LA TORTURA DE LA GOTA CHINA

Hoy no os voy a hablar de ningún remedio para la fascitis-fasciosis plantar pero si os voy a hablar del sufrimiento al que está sometida una persona que la padece durante mucho tiempo.

Reflexionando esta tarde sobre todo el tiempo que llevo metido en este lío de la fascitis y pensando todas las cosas que me he perdido por culpa del dichoso dolor de pie: amigos, viajes, trabajos, paseos por el campo y la playa, salidas con los amigos, fiestas, cenas, etc. se me ha venido a la cabeza la imagen de la tortura de la gota china.


Es una tipo de tortura que se hacía en tiempos pasados y que consistía en atar al torturado a una silla con la cabeza fija de manera que no la pudiera mover y un recipiente con agua justo sobre su cabeza que dejaba caer una gota de agua fría cada 5 segundos. Esta gota evidentemente no te causa mucho daño ni te mata pero la caída repetida sobre la cabeza hacía que los torturados se acabaran volviendo locos al no poder hacer nada para evitarlo, ni siquiera podían dormir, muchos acababan muriendo de paro cardíaco a los pocos días de tortura.

Aunque sea un poco macabro no se me ocurre comparación mejor de esta tortura con la fascitis-fasciosis plantar. Es un dolor que empieza siendo leve y al que no le echas mucha cuenta al principio, con el tiempo va empeorando y empiezas a dar vueltas de un lado para otro por la consulta de todos los médicos, fisios y podólogos que puedes, si tienes mala suerte como en mi caso, el dolor no se va por muchos tratamientos que te hagan, con unos mejoras un poco y te creas una falsa ilusión de mejoría, que con las semanas se esfuma y vuelves a la realidad de tu dolor que sea acaba instalando en tu cuerpo y te despoja de toda la dignidad como persona que puedas tener.

El dolor de la fascitis no es un dolor que te mate o que te haga gritar, aunque sí es cierto que hay días que es horrible, sobretodo si lo tienes ya cronificado y has tenido que pasar varias horas de pie, pero es un dolor persistente que no te da tregua alguna. Pasan los meses y ahí sigue, pasan los años y sigue. En los comienzos no le prestas atención e intentas seguir con tu vida normal y tu vida social sin alterarla pero con el tiempo no te queda más remedio que hacerlo.

Empiezas a dejar de salir con los amigos salvo en raras ocasiones, dejas de salir para hacer cosas banales como comprar ropa o cenar y acabas saliendo solo lo justo y necesario, por supuesto que se te quitan todas las ganas de poder hacer deporte, actividades al aire libre, viajar, pasear, etc.

La consecuencia de todo esto unido al dolor perenne en el pie hace que te acabes volviendo loco. ¿Por qué negarlo? He de reconocer que la fascitis me ha hecho llorar, y de hecho lo sigue haciendo muchos días y cada vez que me paro a pensar y a darle vueltas al coco. Me considero una persona bastante fuerte y estable psicológica y emocionalmente, pero la fascitis me ha hecho sufrir mucha ansiedad, desesperación, ganas de gritar y de acabar con todo, de cerrar los ojos y no abrirlos más. Me ha ido mellando poco a poco mi espíritu luchador y ha acabado con toda mi dignidad.

Poca dignidad te queda cuando llevas 5 años desfilando por la consulta de médicos, podólogos, fisios, tanto por la sanidad pública como por la privada, no solo en tu ciudad sino también recorriendo muchos kilómetros porque has oído que en tal clínica son muy buenos. He aguantado que los matasanos de la sanidad pública casi me tomen por loco diciendo que el dolor no debe ser para tanto, mandándome de un especialista a otro sin tener ni idea de lo que estaban haciendo y obligándome a aguantar meses y meses de listas de espera viendo como mientras se iban esfumando los mejores años de mi juventud. He aguantado que médicos y fisios y podólogos particulares me desplumen la cartera sin el menor resquicio de humanidad a sabiendas de que no me estaban ayudando.

Llevo ya gastados más de 10.000€ exclusivamente en tratarme la fascitis plantar, pero aun sigue ahí, me gustaría decir que igual que el primer día, pero nada más lejos de la realidad, hoy el dolor es mucho más intenso que cuando me empezó a doler el pie hace 5 años. Al principio te preocupa el dinero, te da coraje tener que gastarte 40 o 50€ en una sesión de fisioterapia o 200€ en unas plantillas pero ya a estas alturas cuando llevo gastado lo que llevo, ya me da igual el dinero, me parece mucho más caro que esos 10.000€ el haber perdido 5 años de mi juventud. Por mucho dinero que tuviera no tendría forma de volver a los 23 años y recuperar el tiempo y los buenos momentos que la fascitis me ha hecho perder.

Si al menos me dijeran que mañana me voy a despertar de la cama y no voy a tener dolor en el pie podría quedarme tranquilo y empezar a retomar mi vida desde este momento, pero la realidad es otra. La realidad es que me duele más que nunca y no puedo aguantar ni 2 minutos de pie e incluso sentado me duele. La realidad es que ya los médicos no me ofrecen ninguna solución más. La realidad es que no puedo hacer planes de futuro de ningún tipo, no puedes pensar en formar una familia porque sería imposible corretear detrás de un crío en estas condiciones ni llevarlo al colegio, y mucho menos sabiendo que tu mente, tu ánimo y tu humor no funcionan al 100% y que ninguna persona se merece aguantarte en estas condiciones. No puedes y no tienes ganas de hacer otros planes como comprarte una casa, viajar, ponerte en forma, etc. por lo que tu vida se limita a ver pasar el tiempo como las manecillas de un reloj.

Es un dolor que se lleva en soledad, la familia y los demás no ven lo que te está pasando, no hay signo externo que muestre que una persona tiene fascitis y al ser tan poco conocida cuando le cuentas a alguien  lo que tienes, no se puede hacer una idea de lo doloroso que es y lo que puede llegar a significar para una persona, probablemente piensen que eres un quejica y que no es para tanto. 

Y así es la fascitis plantar, como la gota de agua, un dolor que no te mata ni pone en peligro tu vida pero que va minando poco a poco tus fuerzas hasta que acaba con toda tu dignidad y te retira de todas las cosas que te gusta hacer hasta el punto de desear que todo acabe, y lo peor de todo, te obliga a llevarlo en soledad.