jueves, 23 de octubre de 2014

HABLEMOS DE PRECIOS

Tener fascitis o fasciosis plantar no solo es doloroso para nuestro cuerpo y nuestra mente, también lo es para el bolsillo y mucho además. Cuando tenemos esta dolencia no nos queda otra que rascarnos el bolsillo y ahora explicó por qué.




El tratamiento que nos puedan ofrecer en la sanidad pública es prácticamente nulo, no dudo que sea estupenda en otras especialidades como en transplantes o en neurocirugía pero en traumatología y especialmente la unidad de pie deja mucho que desear, por no hablar de que los plazos de espera para que nos atienda un traumatólogo y para cualquier prueba de diagnóstico son eternos y además de desesperarnos lo único que consiguen esos plazos es contribuir a que se nos cronifique la fascitis y ya sabemos que es una lesión que necesita ser tratada cuanto antes. Si por lo menos esa espera mereciera la pena estaría justificada pero la sanidad pública no tiene medios como el EPI, estudios biomecánicos, plantillas, fisioterapia manual, ondas de choque, topaz, etc., a eso le podemos añadir que sus traumatólogos no reciclan su formación y están bastante perdidos tanto para diagnósticar como para tratar una fascitis. Todo esto lo cuento aquí donde explico mi odisea con la sanidad pública y la fascitis:

Ahora me voy a referir a los seguros privados de salud, aquí nos podemos encontrar de todo, desde buenos profesionales hasta inexpertos pero en general nos van a atender mejor y en un plazo de tiempo mucho más corto que en la sanidad pública, el problema viene cuando tienen que hacernos alguna prueba de diagnóstico avanzada como una resonancia magnética o una gammagrafía ya que por lo general son servicios que los seguros privados tienen subcontratados y tendremos que pedir una autorización para que nos la hagan e incluso intentarán darnos largas. Lo mismo pasa con la fisioterapia en los seguros privados, también la suelen tener subcontratada, peor el problema están en que aparte de pedir autorización, una vez nos la concedan, la fisioterapia que ofrecen suele ser bastante deficiente, nos derivan a clínicas de fisioterapia que suelen estar bastante saturadas y que no dedican suficiente tiempo a tratar al paciente y a preocuparse por su dolencia, no suelen usar masajes manuales sino que suelen limitarse a tratar las lesiones con infrarrojos, tens, electroterapia y poco más, que son técnicas poco efectivas sobretodo para una fascitis. Si bien es cierto que las compañías de seguro suelen cubrir la operación de fasciotomía MIS aunque nos pedirán haber estado asegurado en la compañía como mínimo 6 meses y siempre será la última opción, sin embargo, no cubren la cirugía de TOPAZ ni la novedosa cirugía de fasciotomía ULTRA MIS.

Dicho esto mi conclusión es que si queremos tratarnos una fascitis rebelde no nos va a quedar más remedio que pagarlo de nuestro bolsillo. Aquí es cuando os hablo de precios de algunas técnicas interesantes para la fascitis:

CONSULTA ESTÁNDAR DE FISIOTERAPIA: Entre 25 y 60€
SESIÓN DE FISIOTERAPIA CON EPI: Entre 40 y 60€
CONSULTA CON TRAUMATÓLOGO PARTICULAR: Entre 50 y 80€

ESTUDIO BIOMECÁNICO: Entre 30 y 70€
PLANTILLAS: Hay una gran diferencia dependiendo sobretodo de la tecnología usada para tomar las medidas pero pueden oscilar desde 60€ hasta los 300€ con los sistemas de medición en marcha más modernos.

FÉRULA DE ESTIRAMIENTO: 20-40€

INFILTRACIONES:

INFILTRACIÓN CON TRAUMEL: 20-30€
INFILTRACIÓN CORTICOIDE: 30-70€
INFILTRACIÓN PLASMA RICO EN PLAQUETAS: 300-500€
INFILTRACIÓN ORTHOKINE: 400-600€


CIRUGÍAS:

CIRUGÍA TOPAZ: 3.600€
CIRUGÍA ULTRAMIS (ultramínimamente invasiva ecoguiada): 4.000€
CIRUGÍA MIS CONVENCIONAL (mínimamente invasiva): Hay una gran variedad de precios puesto que también hay diversas formas de hacerla, distintas formas de anestesiar y distintos sitios donde hacerla. Pueden oscilar desde 250€ hasta 3.000€. La diferencia está sobretodo en si la hacen en quirófano y si interviene un anestesista ya que lógicamente hay que pagar el quirófano y los honorarios del anestesista, en estas condiciones nunca va a bajar el precio de los 1.200€ pero hay que tener en cuenta que es una operación muy simple y que también puede hacerse en una simple consulta médica ya que la incisión que se hace es mínima y no hay riesgo de infección, tampoco es necesario un anestesista ya que se hace con anestesia local y la inyección la puede poner el mismo cirujano, tampoco requiere monitorización de constantes vitales, la operación no dura más de 15 minutos, no requiere puntos de sutura y el paciente sale andando por su propio pie.

Hagan sus cuentas, desde luego no es una patología para tener siendo pobre o parado, ya no digamos para vivir en un país en vías de desarrollo o para tenerla en otra época pasada.

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